Grupo Linuxero del Bajío

Asahi Lina

Víctor Manuel Jáquez Leal

Un streamer «es una persona que hace emisiones en directo o en diferido, en plataformas como YouTube y Twitch. El alcance de los realizadores de directos ha crecido para incluir diferentes géneros que van desde jugar videojuegos hasta tutoriales.» *.

El género más difundido entre los realizadores de transmisiones en vivo, es el de los videojuegos, del cual no comparto la afición, por lo que no había prestado mucha atención al fenómeno. No obstante, he comenzado a seguir realizadores en vivo de filosofía y de opinión noticiosa. Los escucho mientras estoy programando algo simple o lavo trastes o trapeo, y me gusta lo aprendo de ellos.

Una rama evolutiva del streamer es el VTuber, que usa modelos digitales, muchos inspirados en estilo de anime, generados por herramientas de software, y comúnmente utilizan un medio de captura de movimiento para expresarse a través de sus avatares. *.

Más allá de la sofisticación técnica y la paciencia necesaria para ser un VTuber, hace cosa de un par de años, irrumpieron quienes transmiten sesiones de programación en vivo, que no es friolera. Programar es una actividad que exige mucha concentración de manera prolongada, más aún si es sobre tópicos complejos, como programar un driver del kernel para una nueva GPU, por ejemplo.

Lo anterior dicho sirva para presentar a Asahi Lina, una VTuber, que principalmente transmite su trabajo desarrollando el driver para Linux de la GPU integrada en el chip M1 de Apple, a través de ingeniería inversa. Además de lo hace de manera innovadora: usando Rust en lugar de C (algo que lo que ya hablamos aquí). Con esto, la complejidad agregada, es algo que sólo ciertas mentes privilegiadas pueden manejar.

Dejo aquí una transmisión donde Lina programa, de manera ininterrumpida, por doce hora seguidas, el driver. Por enumerar algunas cosas que me asombran:

  1. Su arreglo para que con una sola salida de vídeo, programa en una computadora (usando el editor Kate) y lo prueba necesariamente en otra, por si se traba.
  2. Su arreglo para mantener al personaje virtual.
  3. Su facilidad para explicar lo que está haciendo. Es algo que yo no puedo. Para programar tengo que sumirme en mis pensamientos y sólo puedo pronunciar quejas y mentadas de madre.
  4. Su capacidad para concentrarse por ese impresionante número de horas. Yo, a las tres de programación profunda, me siento agotado y fastidiado.