Grupo Linuxero del Bajío

CyanogenMod

Víctor Manuel Jáquez Leal

Hace unas semanas me convencí de cambiar de teléfono móvil. Después de poco más de tres años, decidí cambiar mi N9 por un OnePlus One.

Detesto cambiar de hardware, pero mi N9 ya sufría de varios achaques, producto del acelerado cambio tecnológico. Por ejemplo, su navegador Web ya no despliega correctamente muchos sitios, en especial Wikipedia, que me es indispensable. También su aplicación para Whatsapp (wazapp), a pesar de que admiro el esfuerzo de sus desarrolladores, nunca llegó a ser utilizable, ya que drena la batería.

¿Por qué elegí OnePlus One? Por pereza. Es decir, cuando tengo que comprar cacharros, le pregunto a gente que ha indagado a profundidad al elegir los suyos, escucho sus razones y no lo pienso mucho más. Soy afortunado de conocer personas que dedican tiempo a investigar y son generosos al compartir sus conclusiones.

La razón con más peso es que estos teléfonos llevan, pre-instalado, CyanogenMod.

¿Qué es CyanogenMod? La respuesta corta es: un Android modificado.

Hay motivos suficientes para desconfiar de Google. No es una empresita buena onda que hace software cool. No. Es una mega-corporación, cuyo principal negocio es la extracción y procesamiento de información sobre cada ser humano que se conecta a Internet. Y esta información la vende tanto a gobiernos, como a empresas privadas.

Julian Assange, el famoso portavoz de WikiLeaks, ha documentado evidencia suficiente para aseverar lo anterior en su libro: When Google met WikiLeaks.

Si bien, Google, con GMail ya tiene bastante para perfilar millones de individuos, también lo hace con sus Hangouts. Y no le es suficiente: desde el 2005 se acercó a los teléfonos móviles con Android, contando, actualmente, con la mayor cuota de mercado.

Con un dispositivo Android, Google puede supervisar tu posición geográfica (GPS), tus conversaciones (chat), tus contactos, tus citas (agenda), etcétera, etcétera, etcétera.

Por suerte, en el 2009, un grupo de visionarios comenzaron el proyecto CyanogenMod (para abreviar, CM).

CyanogenMod es una distribución (similar a Fedora o Debian) de un sistema operativo gratuito y de código abierto, basado en Android, para teléfonos móviles y tabletas.

Google hace Android con software libre, por lo que está obligado, hasta cierto punto, a liberar el código fuente de gran parte de él. Y así lo hace una o dos veces por año. Cuando Google libera la nueva versión del Android Open Source Project (ASOP), los chicos de CyanogenMod lo cogen, lo limpian, lo mejoran, lo corrigen y lo empaquetan para varios cacharros disponibles en el mercado.

CyanogenMod ofrece opciones que no tienen las versiones oficiales de Android, como el soporte nativo a temas, suporte para el codec de audio FLAC, control de permisos por aplicaciones, tethering, y otros más. Pero además, elimina software innecesario (bloatware), su actualizaciones de seguridad son más frecuentemente y el usuario tiene control casi-total sobre tu sistema (root, pero el stack de telefonía es intocable). Además, mucha gente afirma que tiene un desempeño mucho mejor que el del Android oficial.

Pero hay una cuestión importante aquí: CyanogenMod no soporta las aplicaciones propietarias de Google, que vienen generalmente pre-instaladas de fábrica. Aplicaciones como el Play Store, Gmail, Maps, etcétera., conocidas como Google Apps (o simplemente Gapps). Esta es la chicha de Google, es donde tiene toda la maquinaria para vigilar a sus usuarios. Esto es lo primero de lo que hay que deshacerse.

Aunque no todo está perdido en cuanto aplicaciones. Hay un repositorio de aplicaciones libres y seguras, tanto para Android y CyanogenMod: F-Droid. Tal vez no puedas usar Google Maps, ¡pero tienes Open Street Map!

En fin. Yo bajé, compilé (niños, no lo hagan en casa) e instalé mi versión de CyanogenMod para OnePlus y es el dispositivo móvil que uso del día a día, sin ninguna aplicación de Google o de la Play Store. Aunque todavía extraño mi N9 con Maemo-Harmattan: el diseño de la interfaz de usuario de Android es una mierda.