Grupo Linuxero del Bajío

Reivindicando a Debian

Víctor Manuel Jáquez Leal

El domingo pasado me puse a configurar un servidor que me habían pedido para San Luis Potosí. Así que tomé mi par de discos de RedHat 7.2 y me di a la tarea de instalarlo. Pero los dioses no estuvieron de mi lado y la instalación se trabó: el primer disco estaba dañado. Bueno, dije, no hay pedo, quemo otro. Y una vez hecho esto volví a iniciar la instalación. Pero la desgracia volvió a aparecer: de nuevo se trabó la instalación por la misma razón. Creo que mi quemador se ha jodido.

Así que el único disco decente que me quedaba era el viejo Debian Pototato 2.2r1. Desesperado, por que iban a recoger el servidor en un par de horas, inicié la instalación de Debian.

Hice una instalación totalmente básica, sin nada más que lo necesario para tener un sistema jalando. Pensé aventarme un hack malvado para restituirlo a RedHat, pero aquello resultaba demasiado laborioso. De modo que seguí con la instalación de Debian.

Agregué en mi /etc/apt/source.list los servidores que tengo en mi caja de San José Iturbide e hice el clásico apt-get update && apt-get upgrade. Varios minutos después tenía lo último de Potato, o sea nada que considerara interesante.

Uno de mis requerimientos esenciales eran un journaling filesystem, pero no quería aventarme la mortal con el ReiserFS, prefería hacerlo con ext3. Buscando en Google me encontré que un loco había hecho el kernel 2.4 con ext3 para Potato. De inmediato la instalé y de un teclazo convertí todo a ext3. Pero ahora ya no tenía ipchains, ahora solo tenía iptables. Así que busqué un buen script de reglas de firewall y enmascaramiento.

Así fue como llegué con levy, un estupendo script en perl que genera reglas de firewall/enmascaramiento muy genéricas, pero también muy útiles.

Finalmente agregué el ubicuo openssh, el squid, dhcpd, samba, proftpd, djb-dnscache, le quité los demonios que no necesitaba y listo. En cuestión de 4 horas tenía un servidor Debian, con el último chillido de la moda en software. Esto mismo en un RedHat 6.2 me hubiera costado días de penitencia.

Pero por mi necedad de ser un faquir quize instalarle el KDE 2.2. Aquellos se volvió una amarga pesadilla. Así que después de bajar el kdebase-libs y ver todo fallaba, mandé todo al caño. ¡Al diablo la interfaz gráfica! Al fin y al cabo es un servidor, no la prima dona de los desktops.

Ahorita este servidor esta jalando maravillosamente. y tan tan… este cuento se ha acabado.

Como moraleja podemos decir: Debian es una chingonería. Me ha gustado mucho como servidor: Se instala, actualiza y configura rápidamente, su sistema de empaquetamiento es bastante confiable, tiene un madral de paquetes disponibles, no te instala tanta pendejadas inservibles como otras distros y por defecto maneja un grado de seguridad bastante notable a compración de otras distros.

Por eso, si su tiempo es poco y la chamba mucha, Debian te chinga poco y te aliviana mucho.