Grupo Linuxero del Bajío

Contenido

Análisis de la situación actual del grupo

Víctor Manuel Jáquez Leal

A continuación intentaré esbozar algunas ideas sobre la situación en la que atraviesa el grupo de usuarios Linux, Bajío. Trataremos de situarnos en la realidad actual, de descubrir los problemas a los que nos enfrentamos y las posibles direcciones que podemos seguir.

¿Qué es el GLIB?

El GLIB (Grupo LInuxero del Bajío) comenzó ante la iniciativa de Leo Trujillo, quien publicitó la idea y conseguió recursos para formar lo que ahora el sitio del GLIB y el foro de discusión. Rápidamente llegamos Requiem77, Setsihacker, Cuervo, un sevidor y varios más. Al poco tiempo llegaron Luis Rey y Lobogris.

Finalmente, en la reunión organizada en la casa de Lobogris, se acordó que el GLIB es un grupo de personas que reúnen, tanto en el “cyberespacio” como de manera geográfica, para compartir el interés común principalmente por GNU/Linux, el Software Libre y todo lo relacionado con el mundo de las computadoras y sus redes.

Resumiendo: el GLIB es lo que el grupo quiera que sea.

¿Cómo estamos ahora?

La premisa anterior nos sitúa en una situación movediza, inestable, pero coherente. Coherente con la dinámica propia del Software Libre, pero insegura recién iniciado, quebradiza para quien busca soporte. Al menos eso me parece.

El sitio del GLIB muestra 83 miembros registrados. Uniendo a quienes postean regularmente en el sitio y los que acostrumbran aparecerse en la reuniones que se organizan, no pasan de 10 personas. ¿El resto?

No es una pregunta amenzadora, ni mucho menos. Es un no poder ententer qué sucede, es un pensar en qué es lo que estamos haciendo mal.

Comprendo que no se pueda asistir a las juntas: falta de tiempo, de dinero… Lo que no acabo de entender es la poca participación.

¿a dónde vamos?

A mi saber, los elementos que aglutinan a un grupo es el interés común y el ánimo. Lo primero lo tenemos, si no, no estariamos leyendo esto, pero ¿y lo segundo? El ánimo genera el compromiso necesario, el compromiso lleva a buen término las tareas, las tareas bien hechas hace crecer al grupo, no sólo entre sus miembros, ante los ojos de los demás. Un grupo fuerte trae consigo muchas oportunidades de toda índole.

¿Qué nos detiene?

¿falta de recursos? ¿cuáles?; ¿falta de formalidad? ¿qué parámetros definimos?; ¿falta de liderazgo? ¿quién levanta la mano?; ¿excesivo personalismo? ¿qué sugieren para evitarlo?; ¿falta de conocimientos? ¿por qué no preguntar?

Lo que sí me parece insoportable es que la participación se límite por pena, por verguenza. La fuerza de un grupo viene de todos y cada uno de sus miembros, de su voces individuales, de sus preguntas, de sus respuestas. No hay cabida para las altanerías, ni para sentimientos de inferioridad. Tampoco es aceptable la idea del oportunismo, el “a ver qué pezco a cambio de nada”; todos debemos poner nuestro poco o mucho, pero poner, dar con contento y generosidad, que no es generoso el que mucho ofrece, si no el que con el corazón lo reparte…

Propuestas

Con el fin de involucrarnos con el grupo propongo lo siguiente:

Por favor háganme saber saber sus observaciones y comentarios.

PD:

Creo que le debemos una disculpa tanto a Lobogris como la ingeniero Quijas, quienes se ofrecieron para la anterior junta, y nadie de nosotros hizo algo por ella.